antaño las cosas
no tenian nombre
uno se refrescaba
bajo un halo verde
saciaba su sed
en un liquido
que hacia tiritar
la piel en epocas
de frio
una brisa
material invisible
pegaba en la cara
los hombres no
se sabian humanos
los mimos al alma
eran cosquilleos lindos
la oscuridad luego
de la luz , caia,
un brillante quemaba
brillantitos alumbraban
y no se conocia
el nombre del fuego.
seres alados
regalando melodias,
rios cantores
arboles frondosos y
viento pegando
en nuestro presente.
No busquen en estos delirios palabras de cristal. Se tendran que conformar con palabrillas de cartón... Esas que se caen y no se rompen...
domingo, 24 de agosto de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario